La Calavera Garbancera
La
Calavera Garbancera nació en 1913 de la mano de José Guadalupe Posada
Mujer altiva, de temperamento fuerte, decidida y
con glamour. Nacida en México, con raíces en esta tierra pero con aspiraciones
Europeas, que escatima en la comida pero no en el vestido para aparentar ser lo
que desea… “en los huesos pero con sombrero francés”- como mencionó su creador.
Llamada en un comienzo “Calavera Garbancera”, pues
las garbanceras eran quienes aspiraban un estatus más alto negando sus raíces
mexicanas en la época del Porfiriato, José Guadalupe Posada es quien se encarga
de criticar a la sociedad por su afán de considerar mejores o superiores los
valores extranjeros que los propios de su lugar de origen.
Bautizada por Diego Rivera como “La Catrina”,
plasmada en su mural “Una tarde dominical en la Alameda Central” comenzó un
ícono de la tradición mexicana. Nació como un grabado en crítica a la
sobrevaloración de lo extranjero (principalmente europeo) para terminar siendo
un símbolo del valor nacional.
Ahora además de ser un símbolo en el festejo de los
muertos es una figura reconocida internacionalmente como mexicana, sobre todo
porque en el mural mencionado de Diego Rivera aparece con Quetzacóatl al cuello
-una boa de la Serpiente Emplumada- resaltando el origen prehispánico del
pueblo Mexicano, además de posar a un lado de su creador, Posada.
La comúnmente conocida como Catrina es parte de
festividades totalmente mexicanas como es la celebración del día 2 de
noviembre. Así, ha pasado a formar parte de las ofrendas, de la sátira con la
muerte, y de un símbolo que puede vestirse tanto de lujo como de descaro y
vulgaridad. La convierten en mujer fina o vendedora de amor. Acostumbrada a ser
observada en papel picado (otro artículo mexicano), en reproducciones a tamaño
natural o pequeñas, en papel maché, barro o lienzos, e incluso en personas
caracterizadas como ella. De cualquier forma es México en los huesos.
¡Homenajeada hasta la muerte! Desde festivales de
días de muertos, en caricaturas, en sus aniversarios, en ofrendas, en
festivales de moda donde se apropia de un mundo globalizado, con tendencias
extranjeras, como en sus inicios, pero ahora representando al pueblo mexicano,
sin negar sus orígenes.
Fragmento
del mural "Una tarde dominical en la Alameda Central", con Diego
Rivera (niño), La Catrina y José Guadalupe Posada en primer plano
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