Pueblos Mágicos y su Celebración en día de Muertos
En México, la Celebración del Día de Muertos, se vive diferente en cada rincón de este Hermoso País.
DÍA DE MUERTOS EN SANTA CRUZ XOXOCOTLAN, OAXACA.
Los altares de Muertos
Los nativos de la población comienzan a arreglar sus altares desde el 30 de octubre para que el día siguiente, en punto de las 3 de la tarde y al repique de las campanas de la Iglesia, reciban a los Angelitos, con un caminito de pétalos de cempasúchil de la puerta de la casa al altar, en donde humea el copal en un pequeño brasero.
El copal, según la tradición, sirve para purificar el alma de los fieles difuntos que nos visitan y en los altares nada debe de tocarse de la ofrenda hasta que se hayan marchado, ya que si no es así, pueden enojarse.
El día primero se despide a los angelitos y, nuevamente a las 3 de la tarde, replican las campanas de la iglesia anunciando la llegada de los difuntos mayores, se alborotan los braseritos con el humo del copal y es hasta el día siguiente que, a la misma hora y en las casas particulares, se despiden por última vez en el año con el incienso.
Por la tarde del día 2 de noviembre los nativos empiezan a repartir las ofrendas de muerto que tenían en sus hogares. Canastas llenas de pan, chocolate, fruta y calabaza en conserva se llevan a la casa de las personas con las que se tiene compadrazgo por haber aceptado el compromiso de algún sacramento de la iglesia católica como el bautismo, confirmación, etc.
La Velada en el Panteón
A partir de las 5 ó 6 de la tarde, las personas que tiene familiares descansando en alguno de los cementerios de la población, arriban a ellos para la tradicional velada, llevando consigo flores, velas, calaveritas de barro y dulce, comida y mezcal o cerveza para soportar el frío y el sereno de la noche y la madrugada, ya que la velada termina a las 4 ó 5 de la mañana.
Cuentan los que saben que esta tradición se inicio hace muchos años cuando las personas acudían en punto de las 11 de la noche, al cementerio, a rezar y a esperar que sus difuntos regresaran del mas allá a las 3 de la mañana, acompañaban a sus almas hasta su casas, donde ya los esperaban los altares, colocados en un lugar especial del hogar y llenos de las cosas que el difunto disfrutaba en vida.
Rosario de Aurora
En el mes de Octubre se celebra a la Virgen del Rosario con el llamado Rosario de Aurora, que se celebraba a las 3 de la mañana en honor a la virgen y culmina con el Rosario que se reza el Día 31 de octubre.
Este día, a las 11 de la noche, de la Iglesia de Santa Elena de la Cruz sale una procesión con la imagen de San Sebastián y recorre las calles hasta llegar al Panteón Antiguo donde se encuentra la primer capilla que se erigió en la población y data del Siglo XVII. Ahí, los rezadores acompañaban con sus cantos y a la luz de las veladoras a los pobladores que acuden a visitar a sus difuntos en esta fecha, así como los cientos de visitantes que se dan cita en este lugar.
Es una tradición única en el mundo y de importante belleza. Invita a tus papas a apreciarla.
Capilla de San Sebastián (Panteón Antiguo de la Población)
Ubicada dentro del Panteón Antiguo de Xoxocotlán, este Santuario fue construido durante el periodo de 1535 a 1555, al igual que todos los primeros templos de adobe, carrizo y teja. En su construcción participaron los primeros misioneros y los nativos de la población, pero lo más probable es que el tiempo se haya rehecho debido a los temblores de 1602 y, 1603 y consagrado a la advocación de San Sebastián el 8 de mayo de 1657.
Todo hace suponer que este templo es el señalado en el mapa más antiguo de Monte Albán elaborado en 1606. Sin embargo, debido a sus dimensiones y a su construcción con adobe el edificio no soporto los temblores aunque fue varias reforzado, por lo que se decidió edificar un nuevo templo muy cercano a éste, empleando ahora piedra de cantera verde y ubicado en el que es ahora el centro de la población.
Una vez abandonado, el panteón o área de sepultura que contenía los templos en la antigüedad, se extendió invadiendo el área interior del templo, por lo que hoy en día esta convertido en el Panteón Viejo o primer Panteón de Xoxocotlán.
Tapetes de Arena o de Levantada de Cruz
Esta tradición es propia de las ceremonias funerales en la población. Al fallecer una persona es velada en su propia casa y cuentan que, antiguamente, su cuerpo era tendido en el suelo con la cabeza sobre un ladrillo y sobre el dibujo de una cruz de cal que significaba las tres horas de agonía que Nuestro Señor Jesucristo pasó en la cruz antes de morir y que al tender al difunto sobre de ella representa que se muere de la misma manera que Él murió.
Así mismo, después del sepelio se lleva a cabo un novenario de rezos que recuerdan los nueve meses que pasamos dentro del vientre de nuestra madre y, al cabo de estos días, se elabora un tapete de arena con imágenes religiosas y el dibujo de las Doce Pasiones de Cristo sobre la Cruz de cal donde se tendió el cuerpo y después de rezar, se “levanta la cruz” al recoger la arena y la cal del tapete misma que se lleva a la tumba del difunto a las doce de la noche, donde nuevamente se reza por su eterno descanso.
Al día siguiente se vuelve a ir al camposanto a darle los buenos días a la tierra con el rezo de un Rosario.
DÍA DE MUERTOS EN SANTA CRUZ XOXOCOTLAN, OAXACA.
Los altares de Muertos
Los nativos de la población comienzan a arreglar sus altares desde el 30 de octubre para que el día siguiente, en punto de las 3 de la tarde y al repique de las campanas de la Iglesia, reciban a los Angelitos, con un caminito de pétalos de cempasúchil de la puerta de la casa al altar, en donde humea el copal en un pequeño brasero.
El copal, según la tradición, sirve para purificar el alma de los fieles difuntos que nos visitan y en los altares nada debe de tocarse de la ofrenda hasta que se hayan marchado, ya que si no es así, pueden enojarse.
El día primero se despide a los angelitos y, nuevamente a las 3 de la tarde, replican las campanas de la iglesia anunciando la llegada de los difuntos mayores, se alborotan los braseritos con el humo del copal y es hasta el día siguiente que, a la misma hora y en las casas particulares, se despiden por última vez en el año con el incienso.
Por la tarde del día 2 de noviembre los nativos empiezan a repartir las ofrendas de muerto que tenían en sus hogares. Canastas llenas de pan, chocolate, fruta y calabaza en conserva se llevan a la casa de las personas con las que se tiene compadrazgo por haber aceptado el compromiso de algún sacramento de la iglesia católica como el bautismo, confirmación, etc.
La Velada en el Panteón
A partir de las 5 ó 6 de la tarde, las personas que tiene familiares descansando en alguno de los cementerios de la población, arriban a ellos para la tradicional velada, llevando consigo flores, velas, calaveritas de barro y dulce, comida y mezcal o cerveza para soportar el frío y el sereno de la noche y la madrugada, ya que la velada termina a las 4 ó 5 de la mañana.
Cuentan los que saben que esta tradición se inicio hace muchos años cuando las personas acudían en punto de las 11 de la noche, al cementerio, a rezar y a esperar que sus difuntos regresaran del mas allá a las 3 de la mañana, acompañaban a sus almas hasta su casas, donde ya los esperaban los altares, colocados en un lugar especial del hogar y llenos de las cosas que el difunto disfrutaba en vida.
Rosario de Aurora
En el mes de Octubre se celebra a la Virgen del Rosario con el llamado Rosario de Aurora, que se celebraba a las 3 de la mañana en honor a la virgen y culmina con el Rosario que se reza el Día 31 de octubre.
Este día, a las 11 de la noche, de la Iglesia de Santa Elena de la Cruz sale una procesión con la imagen de San Sebastián y recorre las calles hasta llegar al Panteón Antiguo donde se encuentra la primer capilla que se erigió en la población y data del Siglo XVII. Ahí, los rezadores acompañaban con sus cantos y a la luz de las veladoras a los pobladores que acuden a visitar a sus difuntos en esta fecha, así como los cientos de visitantes que se dan cita en este lugar.
Es una tradición única en el mundo y de importante belleza. Invita a tus papas a apreciarla.
Capilla de San Sebastián (Panteón Antiguo de la Población)
Ubicada dentro del Panteón Antiguo de Xoxocotlán, este Santuario fue construido durante el periodo de 1535 a 1555, al igual que todos los primeros templos de adobe, carrizo y teja. En su construcción participaron los primeros misioneros y los nativos de la población, pero lo más probable es que el tiempo se haya rehecho debido a los temblores de 1602 y, 1603 y consagrado a la advocación de San Sebastián el 8 de mayo de 1657.
Todo hace suponer que este templo es el señalado en el mapa más antiguo de Monte Albán elaborado en 1606. Sin embargo, debido a sus dimensiones y a su construcción con adobe el edificio no soporto los temblores aunque fue varias reforzado, por lo que se decidió edificar un nuevo templo muy cercano a éste, empleando ahora piedra de cantera verde y ubicado en el que es ahora el centro de la población.
Una vez abandonado, el panteón o área de sepultura que contenía los templos en la antigüedad, se extendió invadiendo el área interior del templo, por lo que hoy en día esta convertido en el Panteón Viejo o primer Panteón de Xoxocotlán.
Tapetes de Arena o de Levantada de Cruz
Esta tradición es propia de las ceremonias funerales en la población. Al fallecer una persona es velada en su propia casa y cuentan que, antiguamente, su cuerpo era tendido en el suelo con la cabeza sobre un ladrillo y sobre el dibujo de una cruz de cal que significaba las tres horas de agonía que Nuestro Señor Jesucristo pasó en la cruz antes de morir y que al tender al difunto sobre de ella representa que se muere de la misma manera que Él murió.
Así mismo, después del sepelio se lleva a cabo un novenario de rezos que recuerdan los nueve meses que pasamos dentro del vientre de nuestra madre y, al cabo de estos días, se elabora un tapete de arena con imágenes religiosas y el dibujo de las Doce Pasiones de Cristo sobre la Cruz de cal donde se tendió el cuerpo y después de rezar, se “levanta la cruz” al recoger la arena y la cal del tapete misma que se lleva a la tumba del difunto a las doce de la noche, donde nuevamente se reza por su eterno descanso.
Al día siguiente se vuelve a ir al camposanto a darle los buenos días a la tierra con el rezo de un Rosario.
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